PASTILLAS PARA BAJAR EL ANIMO

Quería ser periodista, al menos eso me dijeron los tres estúpidos tests vocacionales que me tomaron – hago la primera pausa para preguntar: ¿alguna vez a alguno de ustedes un test vocacional les dijo que fueran una cosa diferente a lo que según ustedes decían que querían?...NUNCA. sin duda los psicólogos encontraron una buena manera de subsistir en este país donde se les considera innecesarios, metiéndonos el dedo- pero al estudiar la profesión que dice ser el cuarto poder me di cuenta de una cosa: para chismosos y mentirosos ya basta con las tías de la cuadra.

Un día estaba revisando las páginas de una revista extranjera de publicidad de un pata que estudiaba dicha carrera, me detuve en una que refería un panel de una campaña antitabaco donde mostraba a un pata “cool” fumando en un espacio completamente blanco y fuera del panel estaban adaptados tres buitres…la capacidad para mostrar la relación tabaco-muerte me impactó…GENIOS dije yo. “esto es arte” añadí …ingenuo muchacho.

Entonces comencé, como todos lo que quieren estudiar algo, a buscar una buena institución donde aprender dicho “arte” (desde el presente punto me referiré a la publicidad como arte con notorios motivos cachacientos). Y me dije: ¿Cuál es la mejor universidad del Perú? La PUCP respondí casi instantáneamente, entonces decidí entrar a nuestro querido recinto educativo.

Entré por primera vez a la facultad (que no es nuestra por cierto, ¡¡¡gracias decano por conseguirnos aunque sea un kiosko comunal donde estudiar y no esforzarte por darnos un lugar exclusivo para comunicadores donde nos sentiríamos solos por no tener tanta compañía!!! … pobres los de derecho, los de psicología, los de arquitectura que se sienten devastados por la exclusiva soledad de sus facultades) y mi primera clase fue con el profesor Marcel Garreud (no sé si se escribe así, pero así sonaba) y tuve mi primer lapo estatizador: “los que crean que esto es arte pueden ir buscando otro lugar donde estudiar, esto es un negocio”. Tengo que admitir que el golpe fue fuerte, y en primer momento destructor de ilusiones, pero después dije: “que bacán, al menos ya sé a lo que me he metido” y pensé que todos los profesores serían así de directos y claros al momento de enseñarnos…BIG MISTAKE (no sé exactamente si así se escribe pero en todo caso, como decía la tía Celia Cruz: mai inglish is not veri uel)

Cabe anotar que Marcel, a pesar de algunos cuestionamientos éticos que llegaron a nuestros oídos, era buen profesor..CUANDO IBA…pero es preferible uno que vaya una vez al mes y te diga las cosas claras (osea que EN-SE-ÑE) y no como el resto de la jauría docente que van a todas las clases y te quieren llenar la cabeza de teorías caducas e inútiles y prácticas sin aplicación en la realidad. Creo que ni en Bolivia se hace un desglose de producción con fotos sacadas de internet. Saludos Kantor.

Bueno, volvamos a lo cronológico, después de la clase de Marcel ya estaba preparado para otro sacudón conceptual en las otras clases. Y me quedé preparado nomás. Las siguientes clases a lo largo de algunos ciclos fueron de TIAS que se habían plantado en la publicidad (o arte) de los 50 (1850) como Isabella Falco (buena gente, eso tengo que admitirlo, pero nada mas) Silvia Kantor y Carmen Rodríguez, estas dos últimas figuras resaltantes de lo que refiero, por lo que me dignaré a hacerles sus propios subtítulos.

SILVIA KANTOR: en realidad estas líneas me parecen más fáciles de escribir, porque escribir con el hígado resulta más fácil que escribir con el cerebro. Ella enseña produc…, perdón, es la profesora de produc...perdón , es la que se para frente a la clase para hablarnos de produc…perdón es la que se SIENTA frente a la clase a tomar su café mientras los demás creen que aprenden producción publicitaria.

En la primera clase nos dijo que aprenderíamos producción publicitaria, lamentable afirmación que el tiempo se encargó de destruir y dejarlo como una promesa casi toledista.

El resumen de sus clases era el siguiente: HUEVEO. Las primeras clases nos enseñó ejemplos que nosotros teniamos que seguir en el curso para poder ser buenos productores publicitarios: comerciales (de los 60 máximo) y animatics (solo uno era a color). Pensé: “debe ser un lapsus”… BIG MISTAKE TWO.

“Muchachos, les voy a enseñar a hacer un desglose de producción”…sabiendo lo que ganan estos, los productores, tengo que admitir que tuve una ligera excitación. “saquen una hoja de papel”…¿una, no serán 10? Dije yo dudando de los escuchado, pero después me refuté yo mismo “fácil que con orden se puede resumir todo en una página. Que maestra!!!” agregué. “ya, ahora de los anuncios que trajeron escojan uno y según este cuadro desglosen” y se puso a tomar su café…sentí en ese momento a un chico con un polo del IPP que emitía la risa de Nelson en mi oído. La excitación que había sentido un momento antes se fue instantáneamente (como si al llegar a la cama con una fémina en un encuentro furtivo descubriera que tiene un lunar con pelos entre los senos).

“Puede ser que esté equivocado, pude ser que en realidad sea así esta chamba, y fácil que los productores son unos privilegiados que sin hacer nada ganan bien” me dije sin convencerme del todo. “puede ser que esta primera clase sea así para agarrar el ritmo paulatinamente” agregué…BIG MISTAKE THREE…absolutamente TODAS las clases fueron así.

Supe después que la referida señora trabajaba en una radio desde hacia muchísimo tiempo. Ya entendía mas o menos la situación y dirigía mi molestia hacia la facultad: ¿Por qué al contratar a esta señora no le informaron que ya existía la televisión?

Unas amigas de desarrollo que habían llevado este curso como electivo se la llevaron fácil al igual que toda la clase, la diferencia era que para ellas no implicaba un perjuicio directo en su formación profesional. Después supe que dijeron “los publicistas no hacen nada”…nunca las culpé por eso, dado lo que habían visto nadie podría.

CARMEN RODRIGUEZ: entusiasmado estaba al saber que iba a poder inventar un producto y hacer todo lo correspondiente a su fabricación mental y física. Las primeras clases nos decía lo que íbamos a hacer y lo que se esperaba de nosotros. No la había cagado, nada mal para las primeras clases.

Se planteó el debate para saber cual iba a ser el producto a realizar y el reto no estuvo nada mal. Hasta ahí ella solo planteaba las cosas pero no “pretendía” enseñar, así que íbamos bien.

Lo malo vino después cuando, al no saber que hacer (porque el curso solo consistía en hacer el producto y saber venderlo, nada mas ) pretendió enseñar MARKETING. Después de haber llevado marketing 1 y marketing 2 venia esta señora a querer enseñarnos eso cuando no le competía hacerlo. Claro, algunos dirán que está bien que nos enseñe, así aprendemos más…gran error muchachos, ella no enseña marketing, lee libros y los pone en unas diapositivas. Eso, mis queridos amigos, no es enseñar.

Después de haber sido privilegiado con las clases de Sonia Kuperstein, Carmen Rodríguez venía a ser la Leonidas Zegarra del marketing; por lo que la conclusión que saco es que Carmen Rodríguez nos podría engañar a todos (a muchos ya lo ha hecho) si es que no existiera tal MA-ES-TRA (falta nomás que la boten o la dejen ir para que completen de una vez una serie de asnadas que ya han hecho con otros excelentes profesores).

A pesar de todo ella tiene sus hinchas…a ver como les va estos cuando salgan y sigan sus conocimientos…ánimo muchachos, en Wilson todavía hay sitio.

ROSA MARIA BEDOYA: mi mente se pone en blanco al llegar a este punto, con las demás era fácil porque las acciones malas y sin sentido son fáciles de redactar, al fin y al cabo existen y se pueden trasladar en letras, pero cómo hago para poner en letras acciones inexistentes, porque esta persona justamente se dedica a eso: A NO HACER NADA…díganme muchachos, cómo lo hago.

Aun se desconoce la manera como, un nefasto día, llegó a nuestra facultad, cómo es que puede sentarse en una oficina de 4 x 4 y no hacer nada..¿ no aburre acaso no tener una idea de lo que vas a hacer a lo largo del día?

La falta de iniciativa es evidente, pero qué ha hecho cuando hemos tenido problemas con las cuentas que nos asigna en la clase de proyecto y le solicitamos ayuda?.... (debería haber un signo que grafique el silencio absoluto… que pena, no existe).

Muchos dirán que se hace la loca, no señores, loca no es, es inútil.

Alguna vez me quedé en el laboratorio donde ella “enseña” redacción publicitaria (dicho sea de paso, eso lo tiene que enseñar un creativo y no alguien que ve el techo de su oficina todo el día), al cabo de 10 minutos una idea rondaba por mi cabeza: “…y pensar que en Irak se están desperdiciando tantas balas”

En otra ocasión fui a mi clase de seminario 1 y el profesor, buena gente él –e ingenuo, más tarde se dio cuenta- invitó a la susodicha a que nos diera, a los estudiantes de publicidad, una charla para que decidamos nuestro tema de tesis…todos los presentes mirábamos estupefactos como una persona puede emitir sonidos de su boca sin decir nada.

Seguiría soltando perlas de la susodicha y aumentar nombres a esta digna lista pero hay momentos en que uno debe saber en qué momento parar y no malograr la propia salud y la de los lectores. Para otra ocasión será.

PD: Este año, como el pasado ella viajará al Ojo de Iberoamérica y disfrutará de sus días en Argentina con el dinero que nosotros gustosamente le damos para que nos represente en tan magno evento. Gracias Rosa María por aceptar representarnos.

CONCLUSION: dicen que para solucionar un problema primero hay que tener la certeza de saber cual es, en este caso chicos es uno solo y simple: estamos solos o con muy poca compañía.

Pero no podemos quedarnos de brazos cruzados, hay un sin fin de maneras de aprender, hay innumerables páginas de internet y en nuestra biblioteca tenemos varios libros que son unas verdaderas joyas, claro que tiene una falla fundamental para nuestra carrera: solo existen dos libros de redacción publicitaria…gracias Rosa María por ser la tercera fuente inspiradora de la PUCP para el aprendizaje de uno de los cursos más importantes de nuestra carrera.

Permanecer impávidos ante tanta mediocridad y dejar creer a los profesores que hacen bien su trabajo solo ocasionará que este virus termine por destruir nuestra carrera y posicionar a la Católica como los simples teóricos que nos consideran algunos en la actualidad. En un mundo que tiende a lo práctico y una profesión que lo exige está sobreentendido que los teóricos puros están destinados a ser chupamedias (o primos, o hermanos) de alguien para conseguir trabajo…¿les suena familiar?

ANOTACIÓN: este artículo exime de responsabilidad a verdaderos maestros como Sonia Kuperstein, Beatriz Tagle (gracias coordinadora por quitarnos a una profesora que maliciosamente nos enseñaba la publicidad como es) y Juan José Tirado (muy buenas referencias del mencionado para solo tener un ciclo en nuestra facultad).